lunes, 3 de julio de 2017

Yo, Feuerbach; en busca de una segunda oportunidad



¡¡¡Hola perdid@s!!!  En primer lugar quiero disculparme con vosotr@s por la tardanza respecto al nuevo post, llevo una temporadita en que los días deberían tener 48 horas en lugar de las habituales, y no llego a nada… pero quiero contaros las últimas representaciones que he podido disfrutar esta temporada,  porque en verano no hay mucho teatro en Zaragoza (a ver si puedo disfrutar y contaros algún festival o similar, que si no se me va a hacer muy largo jeje…).  Así, hoy voy a hablaros de una maravillosa obra que pude disfrutar en el Teatro del Mercado hace un mes (más o menos). 

Se trata de Yo, Feuerbach, un enorme texto de Tankred Dorst, en versión y adaptación de Jordi Casanovas (del que ya os hablé en Idiota), bajo la dirección de Antonio Simón, de la mano de Buxman Producciones, Velvet y Festival Grec; una obra de un enorme trasfondo emocional donde dos actores (Pedro Casablanc y Samuel Viyuela), acompañados de una mesa y unos focos, consiguen “hipnotizar” al público logrando que se queden anclados en sus butacas durante todo el tiempo que dura la representación, impregnados del sentimiento que el autor pretendía transmitir.

Foto:  Teatro de la Abadía



Así, la obra comienza en una sala de casting, Feuerbach (Pedro Casablanc), un actor consagrado que había trabajado incesantemente en el pasado, acude a una prueba para conseguir un papel tras unos años en los que nada se había sabido de él; una audición, para un personaje que desconoce, frente al gran Lettau, el director de escena.  Pero el maestro de la escena no aparece, sino que será su ayudante (Samuel Viyuela), un joven de nuestro tiempo, enganchado a un móvil y con muchas ganas de terminar, quien haga esta prueba a un laureado actor que desapareció y que, ahora, necesita fervientemente un nuevo papel.

Un enorme Casablanc, como Feuerbach, consigue acercar al público a las miserias del artista, sus desventuras y desvaríos y su bajada a los infiernos para conseguir este trabajo, rememorando sus laureadas interpretaciones (como Falstaff o Ricardo III)  frente a un impasible asistente de casting al que hará apreciar el valor de la vida, del trabajo bien hecho y de lo más profundo del comportamiento humano.

A nivel interpretativo, Casablanc está desbordante de talento, pasando de la exacerbada alegría a la depresión más profunda, de los momentos de locura a la cordura más lacerante, haciendo partícipe en cada momento al espectador de sus sentimientos,  de sus desengaños y de su desesperación.  Una magnífica lección de interpretación que ningún actor en ciernes debería perderse.  Como contrapunto, Samuel Viyuela es la personalidad absolutamente contraria al anterior, una austeridad interpretativa con un texto con una enorme esencia humana que pasa de la realidad a la ficción a través de una fina línea que a veces llega a confundirse (de modo intencionado); una sorpresa más que agradable pues no conocía a este actor que llegó, incluso, a emocionarme.

Por ello, lo único que puedo deciros es que no os perdáis esta obra si os pilla cerca, porque una maravillosa puesta en escena con tan poco sólo puede realizarse si existe talento y trabajo duro detrás, algo que se aprecia y que se transmite al espectador.  Enormes interpretaciones muy recomendadas, sobre todo, como anteriormente señalé, para todo aquel que quiera ser actor, pero también para el resto de espectadores. No os la perdáis si tenéis ocasión, os encantará y os calará hondo, ¡palabra de perdida!


 YO, FEUERBACH
FESTIVAL GREC / VELVET / BUXMAN PRODUCCIONES
Puntuación 9 / 10

Texto.- Tankred Dorst
Versión y adaptación.- Jordi Casanovas 
Dirección.- Antonio Simón

Reparto:

Pedro Casablanc.- Feuerbach
Samuel Viyuela.- Ayudante de dirección
Nuria García.- Voz en off