martes, 31 de mayo de 2016

MBIG, un intenso descenso al infierno de la locura a causa de la ambición



            Hola de nuevo perdid@s!  En mi periplo teatrero en Madrid no podía faltar una visita imprescindible, La pensión de las pulgas, ese templo del teatro off dirigido por José Martret y Alberto Puraenvidia, enclavado en pleno Barrio de las Letras, en la casa de “la bella Chelito”, donde las representaciones se van desarrollando a escasos centímetros del espectador a través de las distintas estancias de la casa.  Además, estaba una de las mejores obras que podía esperar, MBIG (Mc Beth International Group), de amplia trayectoria, con más de 340 funciones, 40 semanas en el número 1 del ranking de críticas de La Guía del ocio y galardonada en numerosas ocasiones, que incluso ha girado fuera de Madrid.  No podía dudarlo, sólo me quedaba una cosa que hacer, cuadrar los horarios y acudir a disfrutarla.


            Y así lo hice, el domingo por la mañana reservé mis entradas, puesto que al ser un sitio para un limitado número de espectadores suele llenarse, y allí me planté acompañada de otr@s perdid@s tan loc@s por el teatro como yo.  La historia ya la conocéis, en una visión del clásico Macbeth de William Shakespeare, versionada y dirigida por un enorme José Martret que también se encontraba en la sala, y con un espacio escénico diseñado por Alberto Puraenvidia.  Nos encontramos en un ambiente años 50-60, con papeles pintados y lámparas con pantallas a nuestro alrededor; Camelia (Raquel Pérez), la secretaria del Mc Beth International Group, nos muestra el entramado empresarial en que se sitúa la acción, el clásico de Shakespeare, mientras sirve de hilo conductor guiando al espectador a las diferentes estancias donde se desarrolla la escena.


Foto:  McBeth International Group, La pensión de las pulgas


            Con un reparto de diez actores, curtidos en el teatro de cerca, consiguen alcanzar un nivel de intensidad que te traslada a cada uno de los lugares y las tramas desarrolladas, sintiendo este descenso a los infiernos y locura de nuestro protagonista MacBeth (Francisco Boira) nacido de la ambición, la presión (y depresión) de Lady MacBeth (Rocío Muñoz Cobo), la maldad de las brujas (Urd y Skuld) que guían los actos de nuestro protagonista (Pilar Matas y Maribel Luis) y el odio exacerbado contra Macbeth derivado de la traición a Duncan (Julio Vélez) por parte de MacDuff (Raúl Tejón), Banquo (Aitor Merino) y Ross (Javier Mejía), en favor de Malcom (Javier Ruiz de Somavía).


            No os voy a “hacer spoilers”, puesto que la mayoría ya conocéis la historia clásica, y los que no, corred a ver esta maravillosa versión, donde José Martret ha optado por no cambiar una sola coma del texto, pero trasladándolo de modo brillante a un tiempo diferente…  Una versión comparable en calidad a versiones internacionales que cosecharon gran éxito que, seguro, os calará hondo.  Mención especial al trabajo de Raquel Pérez, esa secretaria (Camelia) que te guía y te sorprende con sus cualidades vocales, al de Aitor Merino y Raúl Tejón, donde puedes ver el odio representado en sus ojos de un modo muy profundo… y sobre todo al trabajo de nuestros dos protagonistas, una espectacular Rocío Muñoz en el papel de Lady MacBeth (vestida por Lorenzo Caprile), y un excepcional Francisco Boira, cuya absoluta intensidad como MacBeth (que incluso en ocasiones llegó a “asustarme”) te hace sentir cómo poco a poco se va hundiendo en la más absoluta miseria moral, pudiendo observar en sus ojos el sufrimiento y la degradación del personaje, un hombre totalmente diferente del MacBeth fuerte de un par de horas antes… Esto,  unido a la cercanía de la representación (impresionante, de verdad) es una de las bazas que convierten a esta versión en éxito tan rotundo, con una solidez y una inteligencia en su trasfondo que hacen que sea una obra de una calidad incuestionable que nadie debería perderse, una obra maestra en el panorama teatral actual.


            Magistrales trabajos sobre un gran texto clásico.  Están hasta el 12 de julio en la Pensión de las pulgas, no os lo perdáis, pues tanto la propia representación como todas las sensaciones que llega a causarte es algo que no podréis olvidar, ¡¡¡palabra de perdida!!!




                                                               MBIG
                                     MC BETH INTERNATIONAL GROUP


                                   Versión de José Martret sobre el clásico de 
                                                   William Shakespeare

 

                                        Versión y dirección.- José Martret
                                     Espacio escénico.- Alberto Puraenvidia
                                                         
                                                             Reparto:

                                              MacBeth.- Francisco Boira
Lady MacBeth.- Rocío Muñoz Cobo
Banquo.- Aitor Merino
MacDuff.- Raúl Tejón
Camelia.- Raquel Pérez
Ross.- Javier Mejía
Duncan.- Julio Vélez
Malcom.- Javier Ruiz de Somavía
Urd / Bruja 1.- Pilar Matas
Skuld / Bruja 2.- Maribel Luis
 

miércoles, 25 de mayo de 2016

La Celestina, un clásico inmortal que nunca defrauda (y gracias por superar las 7000 visitas)



            ¡Hola perdid@s! ¡En primer lugar, gracias por las más de 7000 visitas! ¡Muchas, muchas gracias! Y ahora a lo que importa, la nueva entradita…  Tras mi periplo en Madrid, del que iré dando cuenta poco a poco en el blog, aún me quedan unas cuantas obritas esta temporada en mi teatro por excelencia, el Teatro Principal de Zaragoza, y este pasado fin de semana se representaba una de ellas: La Celestina, la tragicomedia o también llamada “comedia humanista” de Fernando de Rojas, con una versión dirigida por José Luis Gómez, de la mano del Teatro de la Abadía y la Compañía Nacional de Teatro Clásico.


            Me imagino que conocéis la historia de la vieja alcahueta que, entre otros oficios, mercadea con el amor y el deseo sexual, con un trasfondo de represión, fundamentalmente a judíos, en una España de cristianos viejos, donde el honor y la pureza de sangre era tan importante que el concepto de judío converso dificultaba los lazos familiares y las uniones matrimoniales.  En ella, Calisto (Raúl Prieto) conoce a Melibea (Marta Belmonte) y, prendado de su belleza, acude a Celestina (José Luis Gómez), aconsejado por su criado Sempronio (José Luis Torrijo), para que haga algún “embrujo” para ganarse su corazón, a cambio de una contraprestación económica.


Foto:  Compañía Nacional de Teatro Clásico


            Y es a partir de ahí donde se desarrolla la acción, que no voy a relatar por respeto a aquellos que desconocen la historia (y que no se la voy a chafar, recomendándoles ávidamente su lectura).  En un escenario en un plano inclinado, típico de las producciones de La Abadía (recordemos que también el escenario de El público tenía esta orientación inclinada), del que sobresalen puertas, mesas y escaleras, se desarrolla la trama de la obra que, durante más de dos horas nos acerca a la España de la época, donde la hechicería, el temor, la honra y el “cristianismo viejo” se configuraban como elementos esenciales.


            En una obra donde el egoísmo personal se configura como elemento básico en la sociedad, buscando cada uno su propio bienestar, el retrato del vulgo por parte del autor es tan intenso que hace que esta obra se convierta en obra maestra.   Es ahí donde nuestra Celestina, alcahueta de tradición morisca que envuelve el ambiente con acento del sur, como dicen el propio José Luis Gómez y Brenda Escobedo, adaptadores de esta versión, desarrolla toda su acción.  Mención especial merece la maravillosa actuación de nuestra sorprendente protagonista, una Celestina interpretada por un hombre, encarnada en la piel de José Luis Gómez,  que dota al personaje de una profundidad que lleva incluso a apenar al espectador, a causarle odio o incluso a hacerle reír dependiendo de cada uno de los momentos de la acción; y también el desgarrador llanto final de Pleberio (Chete Lera) donde ese egoísmo pierde toda su razón de ser; todo ello aderezado con música y cantos moriscos interpretados por la compañía, especialmente por el personaje de Pármeno (Miguel Cubero) que dotan a la obra de ese velo judío converso que traslada al espectador a la época en que se desarrolla la historia.


            Brillante adaptación y gran reparto que dotan a una historia, excelente de base, de esa personalidad que la hace brillar.  Tanto si os gustan los clásicos como si los desconocéis, no debéis perderos esta Celestina u os arrepentiréis… ¡palabra de perdida!



 LA CELESTINA
de Fernando de Rojas

TEATRO DE LA ABADÍA / COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO

Dirección.- José Luis Gómez
Adecuación para la escena.- José Luis Gómez y Brenda Escobedo

Reparto:

Pleberio.- Chete Lera
Alisa.- Palmira Ferrer
Calisto.- Raúl Prieto
Melibea.- Marta Belmonte
Sempronio.- José Luis Torrijo
Celestina.- José Luis Gómez
Elicia.- Inma Nieto
Pármeno.- Miguel Cubero
Lucrecia.- Diana Bernedo
Areúsa.- Nerea Moreno


miércoles, 18 de mayo de 2016

El intérprete XXL, cuando mis ojos maquillados vuelven a ver más lejos


            Hola perdid@s!  Como ya sabéis, cada vez que puedo me gusta “escaparme” a Madrid para empaparme de teatro, y éste ha sido uno de esos findes, porque no podía perderme ese cierre en Madrid de una de las obras que podría llegar a decir que ha marcado mi vida…  Siento si me repito, pero no puedo dejar de hablar de la versión XXL de El intérprete que pude disfrutar el domingo, en su última función en el Teatro Calderón de Madrid, de Asier Etxeandía, de la mano de Factoría Madre Constriktor.

            Y qué puedo decir de El intérprete  Todos conocéis mi predilección y admiración por Asier, el actor, el cantante, ¡¡¡el intérprete!!!, y ésta era una función especial para mí, porque tras un revés personal importante volvía a aproximarme a la felicidad, a esos momentos en los que no puedes dejar de sonreír, donde te sientes especial y parece que se esté dirigiendo directamente a ti… y también porque desde julio, la última función de Donosti, no había vuelto a coincidir con tod@s mis amig@s invisibles, que se hicieron visibles cuando hizo falta, y que siempre estuvieron allí.
         
          Desde ese momento en el que la luz se apaga y escuchas esos pasos aproximándose al micrófono, cuando esa cerilla ilumina levemente el inicio de una maravillosa historia y comienza el recorrido musical que nos espera con el Agnus dei de Rufus Wainwright, con ese "eleley" que tantas veces nos ha erizado la piel, nos encontramos con una vida, complicada, de un  "niño raro" setentero de Bilbao, un niño que sueña con cantar, con actuar, con interpretar y con lograr la felicidad plena como objetivo; un niño con el que, en mayor o menor medida, todos nos sentimos identificados, que con sus sueños y sus amigos "invisibles" consigue sobrellevar esa especie de estigma que le ha sido atribuído por el resto, por los niños "normales".       
   
                Un recorrido musical al que ya aludí en reseñas anteriores (El intérprete, El intérprete XL) y que recoge desde temas de Hector Lavoe, Chavela Vargas, Isabel Pantoja hasta Madonna, Janis Joplin, Camilo Sesto, Fangoria o el enorme David Bowie (con la inclusión de temas nuevos como "Heroes"…), magistralmente interpretados por un Asier convertido en “la bestia vasca” que se crece a cada momento, salpicado de temas propios como “Madre Constriktor”, el maravilloso “Piel de actor” o el tema que da el pistoletazo de salida a la fiesta que nuestro intérprete “quiere pegarse con todos sus amigos invisibles”, “Tú te me dejas querer”, donde las boas y los sombreros comienzan a inundar el patio de butacas levantando a todo el público para que se una a la fiesta… acompañado siempre por su banda habitual, The Constriktors (Tao Gutiérrez, Guillermo González y Enrico Barbaro), en este caso ampliada a su formato XXL, con Pino Rovereto a la batería, Iván Prada a la guitarra, y el trío de viento (Roberto Lorenzo, Alberto Guio y Miron Rafajlovic) que le dan ese toque que hace que cada minuto sea especial.

Foto:  Cineralia.com

            Además, he de destacar la participación de los amigos invisibles, el club de fans oficial (Asier Etxeandía CFO Amigos invisibles) de Asier Etxeandía, que hacen aún más especial cada momento, con coreografías, accesorios, y guiños que incluso sorprenden a nuestro protagonista y que hacen que suba el nivel festivo de la noche, una noche en la que junto al niño raro de Bilbao y la aparición estelar de una brillante Feldene (con  jota dedicada y todo –mil gracias-) con un espectacular vestido rojo, todos los amigos invisibles que están en su habitación disfrutan de la fiesta en que se convierten estas más de dos horas y media de función.

            Como ya referí en ocasiones anteriores, ese subidón de adrenalina, esa fiesta in crescendo a lo largo de la noche… es algo que pervive a lo largo de los días en nuestro interior, una especie de catarsis personal de todos aquellos que en algún momento nos hemos sentido niños raros, y que al final nos hemos convertido en adultos libres, pero con ese alma de niño que no hay que perder y que te invita a soñar y a luchar por esos sueños.  "Defiende tu sombrero por ridículo que parezca", eso es lo que te enseña esta función, o al menos lo que a mí me ha enseñado, que con vergüenza no se cumplen los sueños, y que éstos son el camino para conseguir la felicidad 
          
           Gracias Asier, por la parte que te toca, por demostrar que luchando se logran los objetivos, por invitarnos a no dejar de soñar y por recordarnos que en aquellos momentos en que nos encontremos en un día negro y triste, sólo debemos pensar que el sol brillará mañana… Por dejarnos entrar en tu habitación a disfrutar de tu arte y por convertirnos en tus amigos invisibles... porque yo soy invisible, mis ojos maquillados ven más lejos y no lo voy a dejar… ¿y vosotr@s?


EL INTÉRPRETE XXL 
FACTORIA MADRE CONSTRIKTOR / KOREGO PROARTE S.L.

Asier Etxeandía.- El intérprete
Tao Gutiérrez.- Percusión
Guillermo González.- Piano
Enrico Barbaro.- Bajo
Pino Rovereto.- Batería
Iván Prada.- Guitarra
Alberto Guio.- Saxo
Roberto Lorenzo.- Trombón
Miron Rafajlovic.- Trompeta

Feldene Flesh

Dramaturgia.- Álvaro Tato

Web.- El intérprete