miércoles, 27 de abril de 2016

Bajo terapia, deliciosa comedia sobre virtudes y defectos de la vida en pareja (¡¡gracias por superar ya las 4000 visitas!!)


            ¡¡Hola perdid@s!! En primer lugar me gustaría daros las gracias, ¡gracias a todos por hacerme superar las 4000 visitas! Cada vez somos más "perdid@s", y desde aquí me gustaría animaros a que os unáis, invitéis a vuestros amigos y compartáis para extender esta pasión que nos une.  Pero bueno, vamos al grano con una nueva entrada...  El pasado fin de semana, el Teatro Principal de Zaragoza (casi mi segunda casa ya jejeje) nos ofrecía la obra Bajo Terapia, de Matías de Federico, dirigida por Daniel Veronese, de la mano de Producciones Teatrales Contemporáneas.  Estamos ante una obra que, a priori, dado el elenco que tiene, puede ser tildada de comercial, pues todos ellos son rostros conocidos de la televisión, pero que se configura como una deliciosa comedia, más profunda de lo que se espera, que sorprende y agrada a todo aquel que puede verla.

            Nos encontramos ante la historia entremezclada de tres parejas, que acuden a una terapia matrimonial colectiva citados por su terapeuta, Antonia, que a modo de hilo invisible va dirigiendo sus actuaciones con una finalidad clara: airear y solucionar los problemas que allí los han llevado.  Y así comienza, con Esteban (Gorka Otxoa) y Carla (Manuela Velasco); Daniel (Fele Martínez) y Laura (Melani Olivares); y Roberto (Juan Carlos Vellido) y Marta (Carmen Ruiz), en una habitación cerrada con una serie de sobres que van guiando sus pasos, y que harán aflorar desde un comienzo tímido, las diferentes experiencias de las parejas hasta llegar a los trapos sucios de cada uno de ellos.

            Historias agradables y desagradables, maravillosamente hiladas desde el prisma humorístico, que hacen que el público sonría e incluso llegue a la carcajada (en muchas ocasiones con el toque de trompeta…), con un gran texto donde la ironía y el humor se convierten en piezas fundamentales combinándose con elementos más trascendentales para dotar de un toque de hilaridad situaciones que desde otra óptica podrían resultar desagradables, y que con un inesperado giro final hace que el espectador corte en seco esa risa, transformando instantáneamente un momento de comedia absoluta en otro bastante más oscuro.



Foto:  Producciones Teatrales Contemporáneas

            Con una sencilla escenografía, una habitación cerrada, que no se modifica a lo largo de la obra, y una clara iluminación que sólo cambia al final, para dotar de mayor personalidad al giro argumental anteriormente mencionado, se consigue trasladar al espectador el sentir de la obra, sin necesidad de eliminar la denominada “cuarta pared”, con situaciones habituales que a cualquiera podrían haberle sucedido; y esa naturalidad puede que sea parte la esencia de su éxito, la sencillez de lo complejo.

            Pero, por supuesto, es el gran trabajo actoral lo que la dota de esa enorme personalidad, con un Gorka Otxoa (Esteban), una Manuela Velasco (Carla) y una Melani Olivares (Laura) cuyo brillante cariz humorístico ya es conocido por todos; un Juan Carlos Vellido (Roberto) que, personalmente, fue una sorpresa, pues para mí era el más desconocido del elenco, un Fele Martínez (Daniel) por el que todo el que me conoce sabe mi predilección desde Tesis, y que no defraudó mis expectativas; pero sobre todo, una enorme Carmen Ruiz (Marta), con una magnífica interpretación que sabe llevarte desde la carcajada más absoluta al más profundo de los dramas, y cuya interpretación en esta obra, a mi modo de ver, es de destacar sobre todos los demás.

            Una maravillosa obra, una comedia que entretiene al espectador sin caer en la risa fácil, y que cuenta con una profundidad que hace que no se olvide al poco tiempo de salir de la representación.  Me encantó, me caló hondo y me hizo pensar, algo imprescindible en toda obra que se precie.  Un delicioso conjunto de actuaciones brillantemente hiladas en un prisma de comedia que sólo puede dar lugar a  la satisfacción del espectador.  Una muy buena opción que no os podéis perder y un claro acierto de todas aquellas salas que están programándola en todo el país, palabra de perdid@...


BAJO TERAPIA
de Matías de Federico
 PRODUCCIONES TEATRALES CONTEMPORÁNEAS 

Dirección.- Daniel Veronese

Reparto:

Gorka Otxoa.- Esteban
Manuela Velasco.- Carla
Melani Olivares.- Laura
Fele Martínez.- Daniel
Juan Carlos Vellido.- Roberto
Carmen Ruiz.- Marta

Web.- Bajo Terapia 

lunes, 18 de abril de 2016

El retablo de las maravillas; acérquense señores, ¡este retablo es una maravilla!



        Aprovechando el año en que nos encontramos, cuarto centenario de la muerte de Cervantes, las compañías han dado rienda suelta a sus obras para homenajear su memoria; y yo también voy a aprovechar esta ocasión para presentaros un “post remember”, que en su momento no pude escribir, sobre una de sus obras más conocidas.  Así, nos encontramos con que Morfeo Teatro, compañía burgalesa especializada en los grandes clásicos, vino a Zaragoza a estrenar su versión de El retablo de las maravillas, de Miguel de Cervantes, en el Teatro principal de Zaragoza.  Después de que varios amig@s, también perdid@s, me recomendaran tanto la obra como la compañía, no lo dudé, una sátira atemporal creada por el autor a modo de entremés, donde como sólo un genio como Cervantes podía hacerlo, se nos muestra la condición humana y el carácter español de un modo tan claro. No me podía defraudar.

       Imagino que conocéis la obra, al menos a grandes rasgos; una compañía de cómicos va de pueblo en pueblo presentando su obra, que no es ni más ni menos que un retablo donde sólo los cristianos viejos y puros pueden ver lo que en él se recoge…  En un país donde la honra y la pureza de sangre se encontraba tan exacerbada, no es de extrañar que todo aquel que se tenía por honrado y puro falseara la experiencia ante que se encontraban, solo por el mero hecho de “aparentar”.

 
Foto:  Morfeo Teatro

Y así comienza, con nuestros protagonistas, Chanfalla (Francisco Negro) y La Chirinos (Mayte Bona), cómicos, que se presentan ante las personalidades más relevantes del lugar, buscando incautos a quien sacar unas monedas prometiendo una excelente velada viendo elementos en un retablo, el de Tontonelo, nunca vistos, a todo aquel que quisiera pagar por ello, algo que sólo aquellos que fueran dignos, lo que llamaban "gente de buen nacer", podrían ver.

En un pueblo cualquiera de la España más profunda, nuestros protagonistas se encuentran con el beato gobernador (Adolfo Pastor), el alcalde Benito Repollo (Santiago Nogués) y Juan Castrado (Felipe Santiago) el regidor y tesorero del ayuntamiento.  Sabiendo que apelar a la pureza de sangre significaba tanto en un lugar como ese, los cómicos se aseguraban con su espectáculo un desenlace beneficioso.  En casa del regidor y en compañía de su mujer (Mamen Godoy), los cuatro se preparan para asistir a lo que sólo ellos como honrados españoles puros podrían ver, ante un retablo vacío, sin actores, donde únicamente su afán de aparentar les hace ver lo que no existe, hasta que llega el propio autor, un Cervantes (Joan Llaneras) que intenta dar lección moral a nuestros protagonistas, indagando en la ruindad humana por las apariencias…  Un final sorprendente que llega al espectador de una manera plena, redondeando aún si cabe el propio entremés del autor.  Mención aparte merece la puesta en escena: con un escenario que resulta ser un Guernica sin personajes, se ha sabido dotar de personalidad a un elemento externo, pero en la mayoría de ocasiones imprescindible, como éste.  

Con un texto donde la decadencia política, ética y moral de los ciudadanos y la gran importancia del juego de las apariencias para tener una vida digna se establecen como premisas entre los habitantes de un pueblo, algo que en la España de la época era algo habitual, hemos de alabar la brillante maestría con la que Cervantes criticó constructivamente estas absurdas costumbres, como un hombre adelantado a su tiempo que tenía una visión que debería haber sido compartida por otros, y no ninguneado como lo fue en su época.

Con este texto maravilloso pudimos disfrutar durante casi dos horas de unas excelentes interpretaciones, con la guinda de la intervención del enorme Joan Llaneras, Premio Ercilla de teatro, como Cervantes.   Me encantó, me reí muchísimo con las interpretaciones de todos y cada uno de los miembros de la compañía, que gozan de un cariz de comedia asombroso, sin llegar al “payasismo” o a la risa fácil. Sólo señalar que es una obra 100% recomendable, como todas las producciones de Morfeo Teatro, más aún si, como yo, sois unos entusiastas del teatro clásico; así que si queréis disfrutar de una divertida velada, con una obra de teatro perfecta y unas grandes interpretaciones, no os lo perdáis!!!  No sólo no os decepcionará, sino que os encantará, palabra de perdida!


EL RETABLO DE LAS MARAVILLAS
MORFEO TEATRO

Dramatización y dirección:  Francisco Negro

Reparto:

Francisco Negro.- Chanfalla
Mayte Bona.- La Chirinos
Felipe Santiago.- Juan Castrado
Adolfo Pastor.-  Beato Gobernador
Santiago Nogués.- Benito Repollo
Mamen Godoy.- Esposa del regidor
Joan Llaneras.- Cervantes

 

jueves, 7 de abril de 2016

La respiración; el aire de Sanzol que sana el alma



            Había leído numerosas opiniones sobre la obra que este pasado fin de semana se representaba en el Teatro Principal de Zaragoza, La Respiración, un texto escrito y dirigido por Alfredo Sanzol de la mano de La Zona Teatro y el Teatro de la Abadía. Así, con comentarios del tipo de “Sanzol llena el teatro con su respiración” o “El aire que llena de vida el escenario” me moría de ganas de poder disfrutarla.


            Esta historia, con ciertos tintes autobiográficos, es la historia de una catarsis, de una sanación interior, de la recuperación tras una ruptura.  En ella, Nagore (Nuria Mencía) ha sufrido un desengaño amoroso y ha caído en una gran depresión.  Su madre, Maite (Gloria Muñoz) le aconseja que rompa con la rutina, por ejemplo, acompañándola a clase de yoga, donde conoce al monitor, Andoni (Pietro Olivera), al fisioterapeuta, Iñigo (Pau Durá), a Mikel (Martiño Rivas), entrenador personal, y su novia Leire (Camila Viyuela), comenzando esta sanación del espíritu, en un mezcla entre realidad y sueño, donde una unión entre locura y libertad sólo tiene un único objetivo: recomponer un alma rota, aunque nuestra protagonista en principio no lo vea.


            Nos encontramos ante un texto magistralmente hilado, donde nuestra protagonista, Nuria Mencía, desde el minuto uno rompe la llamada “cuarta pared” contándole al público, como secretos confidentes, su situación personal, el pozo en que se encuentra y el sin sentido de su vida…  Los espectadores, continuarán toda la obra esta interacción con la protagonista, compartiendo sus anhelos y sentimientos más profundos, y convirtiéndose en “cómplices” de los hechos que se desarrollan.


Foto:  Javier Naval

            Actoralmente, con el elenco ante que nos encontramos, no hay duda de que es garantía de éxito.  Una enorme Nuria Mencía (La soledad, El patio de mi cárcel…) como Nagore, la protagonista, que lleva sobre sus hombros el peso de la obra, con interminable texto que dota de una naturalidad pasmosa, convirtiendo al espectador en amigo confidente sin dudarlo, como anteriormente he señalado; y cuya relación con su madre, Maite, encarnada en la piel de Gloria Muñoz (El bola, Bajo sospecha…), hacen que se convierta en una simbiosis perfecta.  Qué decir de Gloria, con una carrera llena de premios, si todo lo que toca lo convierte en arte… polifacética y conocidísima actriz que dota de gran peso la acción que se desarrolla, tanto con su propia actuación como respecto a la de sus compañeros.


            Pietro Olivera (Gran Reserva, La señora…) se pone en la piel de Andoni, el monitor de yoga, con enorme vis cómica y momentos impagables, como los relativos a su “relación” con los animales (no diré más para no hacer spoiler…), así como Pau Durá (El príncipe, Crematorio…), encarnando a Iñigo, fisioterapeuta hermano de Andoni, que nos sorprende con sus interpretaciones al ukelele (o “guitalele” como él lo llama) de la música de la obra, con canciones como Aire o El amor, también escritas por el director Alfredo SanzolMartiño Rivas (El internado, Tres bodas de más…) es Mikel, hijo de Andoni y preparador físico, cuyo crecimiento actoral desde “El internado” es indiscutible, incluso interpretando al saxo temas para la banda sonora de la obra, aunque a veces se le reniegue a papeles en base a su físico; y en el papel de su novia Leire, una maravillosa Camila Viyuela (Anclados, Acacias 38…), que personalmente desconocía, pero que con actuaciones como ésta, como su maravilloso discurso sobre el amor, llenas de seguridad y convicción (además de sus deliciosas interpretaciones a violín), está llamada a ser una de las actrices de las que se hablará, y mucho, en un futuro cercano.


            No sólo no me defraudó, sino que me gustó mucho… cómo el autor puede dotar de tanta comicidad un hecho doloroso como una ruptura de un modo tan magistral donde la realidad y el sueño tienen unos límites tan difuminados, logrando el objetivo buscado, la sanación de un alma rota, la de la protagonista, convirtiendo para el público un hecho triste en una sonrisa constante, con momentos brillantes como la primera clase de yoga o el momento sacacorchos (lo que me pude reír), y haciéndolo disfrutar durante algo más de hora y media.


            No os la perdáis si tenéis ocasión, teatro del bueno, con mayúsculas, que os hará pasarlo bien entre locuras, sueños y música, y sin olvidar en todo caso, como nos dicen nuestros protagonistas, que la base de todo en esta vida está en “la respiración”; así que respirad hondo y cantad conmigo “Aire, aire / métete en mi cuerpo, dame para respirar / la alegría / que vive en el aire me hace volar…”.


LA RESPIRACIÓN
LA ZONA TEATRO / TEATRO DE LA ABADÍA

Escrita y dirigida por Alfredo Sanzol

Reparto:

Nuria Mencía.- Nagore
Gloria Muñoz.- Maite
Pietro Olivera.- Andoni
Pau Durá.- Iñigo
Martiño Rivas.- Mikel
Camila Viyuela.- Leire

Web.- La respiración