martes, 15 de diciembre de 2015

Hedda Gabler, una antiheroína en su propia amargura



           No tengo remedio, fue ver el cartel de Hedda Gabler en el Teatro Principal de Zaragoza e ir a la taquilla a por las entradas; una de las mayores obras de  Henrik Ibsen, y no me la podía perder…  Es una versión de Yolanda Pallín para el Centro Dramático Nacional, dirigida por Eduardo Vasco y con un reparto excepcional, encabezado por una enorme Cayetana Guillén Cuervo en el papel de Hedda.


            Nos encontramos ante la historia de una mujer, Hedda Gabler, que va tomando decisiones y actitudes a lo largo de su vida que la llevan a una situación totalmente diferente a sus anhelos, a lo que siempre soñó, por lo que no tuvo fuerzas para luchar y que la conduce a una profunda infelicidad y amargura.  Hedda, hija del general Gabler, contrae matrimonio con un anodino Jorge Tesman, encarnado en la piel de Ernesto Arias, un erudito que pasa la vida entre sus libros, un intelectual que, como ocurría históricamente, voluntariamente o no, no dejaba florecer el arte de su esposa, una mujer inteligente, enamorada del conocimiento y de gran profundidad intelectual, y esto es la visión principal de la historia.  


            Tras haber contraído matrimonio y volver de su larga luna de miel, donde ha estado más recluída que otra cosa, vuelve a retomar contacto con personas que quizá ya tenía olvidadas, o al menos apartadas en su subconsciente, su “amiga” de la escuela Thea Elvsted (Verónika Moral) y su gran amor, dedicado al arte y la investigación, Eilert Lovborg (José Luis Alcobendas), por el que no luchó y que ahora vuelve a, en cierto modo martirizarla, haciéndola salir de ese personaje que intenta ser y volviendo a su propia naturaleza y sus deseos. Sin olvidar la presencia del Juez Brack (Jacobo Dicenta) mujeriego y acosador y la tía Julia Tesman (Charo Amador) presente en la vida del matrimonio desde el comienzo.


            Pero este martirio proviene en gran parte de sí misma, de su propia infelicidad, de la situación a la que la ha llevado la vida por no tener la valentía de dar un portazo cuando fue necesario para lograr su felicidad, lo que la convierte en una persona con una gran amargura interior, enormemente tóxica, que da lugar a finales indeseados para todos lo que la rodean, e incluso para ella misma.


            En esta ocasión, a diferencia de otras, nos encontramos ante una Hedda comedida, intentando vivir la vida que equivocadamente ha elegido, que no puede romperse y dar rienda suelta a sus amarguras, causadas por no poder cumplir sus deseos, en una época con un romanticismo basado en códigos que sólo los protagonistas entienden, y en un ámbito social y temporal con unos criterios tan estrictos en que tampoco podría haberlo hecho si quisiera sin ser tildada de loca.  Una Hedda que transmite al espectador toda su amargura y su completa imposibilidad de romper con todo y buscar su felicidad para llegar a un punto donde todo sea hermosura, arte y sensibilidad, escapando de la mediocridad que la rodea.


            Una enorme interpretación, una genial Cayetana que llena el escenario con su mera presencia, una puesta en escena perfecta, acompañados por un piano de cola donde el pianista (Jorge Bedoya) acompaña con su música, que además marca los tiempos teatrales, ejerciendo, en cierto modo, de conciencia de la propia protagonista, llevándola a la producción de sus actos, y a su frustración al ver que es una mujer ninguneada, que a nadie le importa dónde va ni qué siente, de la que sólo se espera el papel de una mujer de la época, casarse y tener hijos, un tipo de mujer en el que no encaja nuestra protagonista, una antiheroína, cuya falta de valentía para romper con todo la hace infeliz y la sume en una profunda amargura que transmite a los demás; una Hedda que perfectamente sería, salvando las distancias, trasladable a la actualidad.  Una obra absolutamente recomendable, si tenéis ocasión no os la perdáis.



HEDDA GABLER
CENTRO DRAMÁTICO NACIONAL / NOVIEMBRE TEATRO / MUCHA CALMA TEATRO
De Henrik Ibsen
Adaptación de Yolanda Pallín

Dirección.- Eduardo Vasco

Reparto:
Hedda Gabler.-  Cayetana Guillén Cuervo
Jorge Tesman.-  Ernesto Arias
El juez Brack.-  Jacobo Dicenta
Eilert Lovborg.-  José Luis Alcobendas
Julia Tesman.-  Charo Amador
Thea Elvsted.-  Verónika Moral
Pianista.-  Jorge Bedoya 

                          Web.- Hedda Gabler

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