viernes, 6 de noviembre de 2015

Los charlatanes, la grandeza de la tragedia tras el tamiz de la comedia



            Llevo mucho tiempo sin escribir, han sido días muy malos en todos los sentidos y eso me ha hecho tener un poquito olvidado el blog… pero me he propuesto recuperarlo, y todo gracias al impulso de una persona, la que me convenció para asistir a la representación de la obra a que me refiero y así salir de mi letargo…  Gracias.

         Una vez hecho este inciso, comenzaré a hablar de lo verdaderamente interesante, la obra que nos ocupa, “Los charlatanes” de la compañía Teatro del Astillero, una mordaz crítica de la sociedad actual, fundamentalmente orientado al mundo de la cultura, pasada por el filtro de la comedia que hace relajar la seriedad del tema y sonreír desde el primer minuto de la representación.

         En este caso fue en el Teatro de la Estación en Zaragoza donde tuve la suerte de poder disfrutar de esta producción, en su estreno a nivel nacional donde la compañía celebra sus veinte años de creación.  Formada por escritores para el desarrollo de la cultura, su objetivo era la creación teatral, creaciones conjuntas, como esta obra, escrita por Luis Miguel González Cruz (que también la dirige magistralmente), Inmaculada Alvear, Daniel Martos y Yolanda Dorado, “obra insulto”, como el propio director la califica, que muestra la realidad más cruda con el descaro que otorga la libertad y el trasfondo cultural que los respalda.

           “Los charlatanes” es una obra con un enorme trabajo tras ella, tanto a nivel de creación como a nivel interpretativo.  Una pareja de personajes principales, Lady Penélope (Nuria Benet) y el Capitán Scarlet (Eugenio Gómez), y una multitud de personajes protagonizados por el mismo elenco, Nuria Benet y Eugenio Gómez, junto al también escritor de la obra, Daniel Martos.  Nos encontramos en el año 2115, cien años después de que la Tierra decidiera enviar misiones tripuladas a Marte para formar colonias de humanos debido a la gran crisis que asolaba nuestro planeta.  Esa crisis se ha transportado allí, y la colonia se encuentra sometida a una dictadura por los hermanos Hynkel y Napaloni, que intentan imponer una nueva religión y un nuevo sistema social de carácter dictatorial; y ésta es la causa por la que la colonia decide enviar a una misión a la Tierra (Lady Penélope y el Capitán Scarlet) para pedir ayuda a los humanos, aquellos que los enviaron a Marte para el desarrollo de una vida mejor, y cómo mejor que infiltrándose entre los mismos… como gestores culturales.  Así, observan cómo se encuentra este mundo, especialmente en el ámbito cultural (críticos, programadores, gestores, expertos…) con un trasfondo de realidad que logra sorprender.

            No hay mejor modo de hacer crítica que riéndose de uno mismo, y ésta es la máxima que preside esta obra, la continuación del célebre “Mein Kapital” (2011) de la misma compañía,  que tras el velo del humor recoge una crítica profunda al sistema de gestión cultural, todo ello llevado al “teatro de la calle”, transformándolo en uno de los géneros básicos del pueblo:  las “varietés”, el vodevil, el burlesque y el pasillo de teatro de comedias,  con una clara interacción con el público, donde una serie de piezas cortas muestran con humor la grandeza de la tragedia.  Música y humor, con una enorme Nuria Benet  multidisciplinar (Noc, un auténtico vodevil; Los atroces, Sueño de una noche de verano, La ópera del malandro, El extraño caso de la marquesa de Vadillo…) y el no menos grande Eugenio Gómez (de amplia trayectoria en cine, televisión – La fuga…- y teatro – Las manos, El antidisturbios, Una historia de fantasmas…), sin olvidar a Daniel Martos (director y actor en numerosas obras teatrales como Animalicos, Ni palabra, Troya última) que incluye en sus interpretaciones una clara referencia al minstrel, a aquella época en que los actores blancos se pintaban la cara de negro para cantar o interpretar papeles en que se les ridiculizaba, algo que se mantuvo cuando los actores negros pudieron acceder a esos papeles (en que se pintaban la cara de negro porque “no eran suficientemente negros”) y que pervivió hasta el comienzo del siglo XX.

            En resumen, podemos señalar que nos encontramos ante una gran obra que, partiendo de la máxima del espacio vacío, consigue transmitir al espectador la crítica situación de la cultura, pero no desde la perspectiva de la tragedia o del drama, sino desde el punto de vista de la comedia, lo que hace que sea una obra cien por cien recomendable, tanto por su contenido como por su puesta en escena, que consigue llenar este espacio y transportar al público a todos y cada uno de los lugares donde transcurre la acción.  Si podéis disfrutar de ella no lo dudéis, os encantará y os hará reír durante hora y media.  No hay nada más serio y más ridículo que un actor, y como ellos mismos dicen… no os quedéis sólo con lo que yo os cuento, porque… aún no habéis visto nada.


 LOS CHARLATANES

TEATRO DEL ASTILLERO

De Luis Miguel González Cruz, Inmaculada Alvear, Daniel Martos y Yolanda Dorado
 
Director.- Luis Miguel González Cruz

Reparto:
Nuria Benet 
Eugenio Gómez
Daniel Martos

Web.- Teatro del Astillero

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